Con sus paisajes suaves y sus magníficos castillos, el valle del Loira, conocido como «El Jardín de Francia», es la cuna de Grandin desde el siglo XIX.
En 1883, Henri Grandin, notario y aficionado al buen vino, se casó con la señorita Pouillet de Limesle cuya familia poseía las bodegas de «La Bouvraie» en las antiguas cristalerías reales de Luis XIV situadas por debajo de un espléndido château en Ingrandes sur Loire. En 1886, lanzó un vino efervescente elegante que sigue llevando su nombre.
Hoy día, el domaine Grandin comprende el pintoresco château y sus bodegas seculares y produce un vino de excelente calidad según el método tradicional más puro.
Elaborados según el método Tradicional, los vinos efervescentes Grandin ofrecen un estilo elegante, un bouquet excepcional y aromas exquisitos.